inmigrantes desembarcaron en menos de 48 horas, reporta Il Giornale. El punto de acceso a la isla, en la que hacia 2022 vivían unos 6.400 residentes locales, tiene capacidad para cerca de 400 huéspedes.
La Guardia di Finanza contuvo a miles de migrantes, recurriendo a la aplicación de descargas eléctricas contra los que intentaban romper el cordón de contención.
Al cabo de unas horas se adoptaron medidas: los inmigrantes serán trasladados a un centro de acogida por partes, en tres días.
Algunos inmigrantes se dieron un baño en el mar hasta que la Guardia Costera los invitó a llegar a tierra. Además del problema de las numerosas pequeñas embarcaciones esperando a desembarcar, se registran temperaturas altas e incluso se reporta el fallecimiento de un bebé de cinco meses que cayó al agua junto con otras personas.
La situación se esta poniendo crítica en la isla después de que arribaron 8,000 migrantes en sólo 48 horas, mientras que mas botes están llegando a Lamperusa, se está considerando establecer un bloqueo marítimo.
La Cruz Roja Italiana intervino en la coordinación de la situación. Los voluntarios de la CRI abrieron las colas de gente para la repartir alimentos y varios centenares de migrantes se aglomeraron con el objetivo de llegar primero a las bolsas que contenían comida y una botella de agua, temiendo que no fueran suficientes, reporta Ansa. Frente a la situación, los ayudantes y trabajadores de la CRI se vieron obligados a recurrir a la Policía que bloqueó el paso hasta ellos.
"Hemos llegado a un punto de no retorno y la isla está en crisis", afirmó el alcalde de Lampedusa, Filippo Mannino, que llamó al Gobierno a que intervenga inmediatamente. El ayuntamiento de Lampedusa declaró el estado de emergencia.
"Estas cifras me hacen pensar más en una invasión que en un fenómeno migratorio. Tengo ganas de decir basta", espetó el vicealcalde de la isla, Attilio Lucia.
"Un flujo imparable", expresan para Il Fatto Quotidiano los socorristas, que realizan una auténtica proeza mientras las cifras récord de inmigrantes llegados pulverizan los picos del pasado.
Don Carmelo Rizzo, párroco de la isla, describió como "trágica, dramática, apocalíptica" la situación. "En Lampedusa ni siquiera se tira la basura, el agua de la isla proviene del continente. […] No sé cuánto aguantaremos, otros 2-3 días así, sin traslados, y vamos al colapso total", afirmó.
Este escenario afecta las relaciones de Italia con sus socios europeos, ya que las fronteras de Francia están blindadas para los migrantes que provengan de ella, al tiempo que Alemania ha pospuesto el traslado de solicitantes de asilo desembarcados en su territorio.