terrorista Hamás en la Franja de Gaza para destruirlos, pues en ellos se esconden milicianos, así como bases de supervisión de ataques y armamento. Para cumplir este cometido, las tropas lanzan "grandes volúmenes de agua" en las construcciones subterráneas.
La inundación "forma parte de las herramientas desplegadas para neutralizar la amenaza de la red subterránea de túneles de Hamás", señaló el Ejército en un comunicado, reconociendo por primera vez una práctica sobre la que había fuertes rumores. Dicho bombeo de agua "sólo se realizó en los recorridos y ubicaciones que eran adecuados", agrega el documento.
Las fuerzas israelíes aseguran haber estudiado la localización de pozos y las características del subsuelo para no dañar, con este bombeo, la canalización de las aguas subterráneas. Familias de los 136 rehenes que siguen retenidos en Gaza han mostrado desde el inicio temor por esta práctica, ahora confirmada, ya que podría poner también en peligro a los cautivos, que se sospecha son retenidos en dichas construcciones.
Destrucción en Jan Yunis
Se estima que Hamás ha desarrollado un entramado de más de 480 kilómetros de túneles a lo largo del enclave palestino, y que solo una ínfima parte de ellos han sido destruidos en los casi cuatro meses de ofensiva israelí. El lunes, en un túnel de poco más de un kilómetro de largo, las fuerzas israelíes dijeron haber hallado una base militar desde la que un comando de Hamás en Jan Yunis, sur de la Franja, habría supervisado ataques.
La red de túneles se utilizaba en un primer momento para eludir el bloqueo que Israel impuso a la Franja de Gaza después de que Hamás llegara al poder, en 2007, permitiendo la circulación de personas, bienes y armamento entre el enclave y Egipto. Tras el conflicto militar de 2014 entre Israel y Hamás, la red se amplió y el movimiento islamista la empezó a utilizar para disparar cohetes contra Israel.