quedó clara la profunda división política que hay en Estados Unidos y cuán irreconciliables son republicanos y demócratas.
"Hemos logrado más en 43 días que la mayoría de las administraciones en cuatro u ocho años", se autoelogió Trump ante los atronadores vítores de sus partidarios. "¡Y acabamos de empezar!"
La mitad republicana de la sala se levantaba una y otra vez coreando "¡USA! USA!", mientras los diputados demócratas permanecían sentados, castigando al presidente (casi todos ellos) con un gélido silencio.
Muchos alzaban repetidamente carteles en los que se leía "¡Falso!" o "¡Musk roba!" Por su parte, Donald Trump Jr, el hijo del presidente, se sentó en la tribuna para comentar el discurso de su padre en X.
"¡América ha vuelto!"
Aunque los ánimos parecían caldeados, el propio Donald Trump se mantuvo imperturbable. "De hecho, todo recordó más a un discurso de campaña electoral que a un clásico discurso sobre el Estado de la Unión", dice a DW Stormy-Annika Mildner, directora del Aspen Institute de Berlín. Mildner subraya que el discurso estuvo salpicado de duras críticas a la anterior administración, liderada por Biden.
Trump comenzó con su primer eslogan, "¡América ha vuelto!", para continuar enumerando todo aquello que su Gobierno ya ha logrado: retirarse de varias organizaciones multilaterales, renombrar el Golfo de México como "Golfo de América" y establecer dos géneros. Trump alude a una "revolución del sentido común" que está barriendo el mundo entero.
Durante casi 100 minutos, más que ningún otro presidente estadounidense antes que él, Donald Trump se centró, sobre todo, en Estados Unidos... y en sí mismo. Habló de la inflación, de la que es culpable el Gobierno anterior, aseguró, pero no respondió a la pregunta de cómo combatirla. En cambio, alabó las medidas de su asesor Elon Musk para reducir la burocracia.
Aranceles, ¿pronto también para los autos?
Donald Trump volvió a defender su política de aranceles, aunque muchos economistas ya están advirtiendo de que es probable que estos hagan subir los precios al consumidor en Estados Unidos.
El presidente también insinuó que pronto podrían imponerse nuevas medidas arancelarias a la industria automovilística europea e india. Según Mildner, Trump tiene "una visión de los aranceles que contradice la corriente principal de la economía y, en gran medida, las políticas del pasado". Él cree que los aranceles los pagan las empresas del extranjero y no repercuten en su propia población, "y eso, por supuesto, no es cierto".
Seis minutos de política exterior
Donald Trump apenas tocó la política exterior tradicional en su discurso. Sólo después de más de una hora abordó los focos de conflicto del mundo. Según un análisis de CNN, dedicó algo menos de cinco minutos a Ucrania y apenas 49 segundos a Gaza.
Trump anunció que había recibido una carta del presidente ucraniano Zelenski, en la que este declaraba su disposición a "sentarse a la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar una paz duradera". Además, Zelenski también estaría ahora dispuesto a firmar el previsto acuerdo sobre materias primas con EE. UU.
En otras cuestiones de política exterior, Trump se mostró menos conciliador. Amenazó de nuevo con volver a poner el Canal de Panamá bajo control estadounidense y anunció su intención de apoderarse de Groenlandia, rica en recursos naturales y parte de Dinamarca: "Vamos a conseguirlo... de una forma u otra".
A pesar de esta renovada amenaza, Stormy-Annika Mildner no cree que EE. UU. vaya a anexionarse Groenlandia: "Espero que se trate más bien de que empresas estadounidenses compren ciertas infraestructuras y el Gobierno estadounidense las apoye, como ocurrió con el Canal de Panamá", explica.
Esta opción es mucho más realista. "Pero, por supuesto, la incertidumbre y la animosidad que esto crea a nivel internacional es enorme", especialmente entre los aliados.
Impotencia entre los demócratas
Durante el discurso de Trump, hubo repetidas protestas de los demócratas. Muchos de sus diputados llevaban pañuelos, corbatas e insignias con los colores amarillo y azul de Ucrania; algunos abandonaron la cámara en señal de protesta. Por su parte, la diputada Jasmine Crockett lució una camiseta con el lema "Resist".
Donald Trump no se dejó intimidar por todo ello y habló de todas sus medidas como la "inevitable renovación del sueño americano". Por último, dirigiéndose a los demócratas, prometió: "¡Solo estamos empezando!"