Brasilia.-La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, podría dar marcha atrás a su propuesta de convocar a una Asamblea Constituyente para responder a las demandas sociales, aunque manteniendo un plebiscito con reformas precisas.
El gobierno comenzó a dar señales de que "no hay unanimidad" en torno a la iniciativa que planteó Rousseff a fin de realizar un plebiscito para convocar a una Asamblea Constituyente.
La mandataria propuso anoche a los gobernadores de los estados y a los alcaldes de las principales ciudades brasileñas suscribir "cinco pactos en favor de Brasil", en una clara respuesta a las masivas manifestaciones populares de los últimos días.
En materia de transportes, Rousseff anunció además millonarias inversiones en obras de movilidad urbana y pidió una mayor transparencia en la fijación de los precios de las tarifas del sistema de transporte urbano.
Folha informó, sin embargo, que "a menos de 24 horas de anunciar un proceso constituyente específico para la reforma política y de ser el blanco de las críticas de los juristas, el Palacio de Planalto (sede del gobierno) dio señales de que la propuesta no cuenta con respaldo unánime".