Con esta decisión el Departamento del Tesoro podría decomisar hasta 20 millones de dólares a uno de los dos presuntos narcotraficantes identificado como José Odilón Ramírez Perales, quien enfrenta cargos de lavado de dinero en una corte federal de Texas.
Junto con Ramírez Perales, la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro designó también como sujeto de estas acciones a Ismael López Guerrero.
Las designaciones de ambos individuos se hicieron al amparo de la ley de Designación de Narcotraficantes Extranjeros conocida como la ley Kingpin.
Ambos sospechosos se encuentran bajo custodia de las autoridades mexicanas después de sus arrestos en operaciones separadas.
Ramírez Perales fue detenido en el norteño estado de Coahuila durante un operativo en octubre de 2012, en el que también fueron capturados tres individuos más, incluyendo uno señalado como el jefe regional de los Zetas en esa entidad.
De acuerdo con el Departamento del Tesoro, López Guerrero era el encargado de colectar las ilícitas ganancias de los Zetas en la localidad fronteriza de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Los fondos eran trasladados posteriormente a Coahuila para su resguardo a cargo de Ramírez Perales, quien de acuerdo con las autoridades estadunidenses fue responsable del lavado de "decenas de millones de dólares".
El director de la OFAC, Adam J. Szubin, calificó la designación como una significativa acción con la que se espera debilitar aún más la estructura financiera de los Zetas.
Dijo que la reciente captura del líder de los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, junto con dos miembros más del grupo, incluyendo su contador, "es un claro ejemplo de la importancia de los operadores financieros dentro de la estructura operativa de los cárteles de las drogas".