La llamada Alianza para la Defensa de la Legitimidad, que incluye a los Hermanos Musulmanes y a otros grupos afines, explicó en una rueda de prensa que la campaña de desobediencia civil incluye el boicot a los medios de comunicación partidarios del golpe militar.
Esta coalición llamó, además, a boicotear las compañías y los productos de aquellos países que financian el golpe militar, entre otras medidas que irán aplicando progresivamente.
Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait son algunos de los países que concedieron ayudas por valor de al menos 12.000 millones de dólares para que Egipto supere la crisis económica tras la destitución de Mursi.
Además, un portavoz de la alianza leyó un comunicado en el que sostuvo que "el ambiente de conflicto sectario" que se respira en Egipto "permite a los cuerpos de seguridad seguir actuando".
En ese sentido, los islamistas acusaron a la Policía de estar detrás del confuso incidente en el que hace dos días perdieron la vida 36 presos islamistas que estaban siendo trasladados a una cárcel, e incluso de la muerte ayer de 24 policías en el Sinaí para supuestamente culpar después de lo sucedido a los seguidores de Mursi.
Asimismo, condenaron los últimos ataques cometidos contra comisarías, iglesias e instalaciones públicas, los cuales se han sucedido desde que el pasado miércoles las fuerzas de seguridad desmantelaran las acampadas de los islamistas en El Cairo en una operación en la que murieron cerca de 600 personas.
La Alianza para la Defensa de la Legitimidad defendió la continuación de las marchas "pacíficas" para pedir la vuelta de Mursi y pidió a las organizaciones de derechos humanos que denuncien los crímenes ante la Justicia egipcia.