"El gobierno de México ha solicitado al gobierno de Estados Unidos, mediante nota diplomática, una investigación exhaustiva y que, en su caso, deslinde las responsabilidades correspondientes", dice un comunicado de la Cancillería mexicana, en el que afirma haber "citado al embajador de Estados Unidos (Anthony Wayne) para expresar su enérgico extrañamiento".
La noche del domingo, un reportaje de la cadena brasileña Globo denunció el supuesto espionaje por parte de Washington a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, así como a Peña Nieto.
Ese reportaje se basó en un documento de 2012 (cuando Peña Nieto era candidato presidencial) atribuido a la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA por su sigla en inglés), que fue filtrado por el ex consultor de inteligencia estadounidense Edward Snowden, ahora asilado en Rusia.
México "ha tomado nota de las versiones que diversos medios de comunicación internacionales han publicado en relación con un supuesto espionaje sobre ciudadanos mexicanos dentro de programas" de la NSA, dijo la Cancillería mexicana.
"Sin prejuzgar sobre la veracidad de la información presentada en dichos medios de comunicación, el gobierno de México rechaza y condena categóricamente cualquier labor de espionaje sobre ciudadanos mexicanos en violación del Derecho Internacional", afirmó.
La cancillería mexicana informó que el embajador estadounidense no se ha presentado hasta el momento en su sede y aseguró que no hay una fecha prevista para la cita.
Desde junio pasado, el diario británico The Guardian reportó que documentos confidenciales filtrados por Snowden mencionaban a México en una lista de 38 embajadas y misiones consideradas como "objetivos" de las operaciones de espionaje de los servicios de inteligencia de Estados Unidos
En esa lista de 2010 figuraban las embajadas de Francia, Italia y Grecia así como representaciones de otros tradicionales aliados como México, Japón, Corea del Sur, India y Turquía, según el diario.
Desde entonces, la cancillería mexicana dice tratar el asunto "de manera directa" con Estados Unidos.
Rousseff, Peña Nieto y el presidente estadounidense, Barack Obama, son esperados en la Cumbre del G20 que agrupa a las mayores naciones industrializadas y emergentes, al final de la semana en San Petersburgo (Rusia).