Con Estados Unidos considerando una intervención militar en Siria, Power dijo que la protección de Rusia al presidente sirio Bashar al Asad coloca bajo fuerte tensión a todo el sistema de manejo de la crisis internacional del Consejo de Seguridad.
"Incluso ante el flagrante golpe a la normativa internacional contra el uso de armas químicas, Rusia sigue manteniendo al Consejo como rehén y elude sus responsabilidades internacionales", dijo Power, en momentos en que tiene lugar en Rusia la cumbre del G20.
La embajadora, que asumió el cargo hace un mes, dijo que el sistema del Consejo de Seguridad, en el que sus cinco miembros permanentes (Rusia, Estados Unidos, China, Francia, y China) pueden vetar cualquier resolución, le había fallado al pueblo sirio.
"En cambio, el sistema ha protegido las prerrogativas de Rusia, que patrocina a un régimen que descaradamente ha perpetrado el mayor ataque con armas químicas en un cuarto de siglo", dijo Power.
La embajadora habló luego de que funcionario estadounidenses revelaran a otros miembros de la ONU evidencias de que el régimen de Asad lanzó un ataque con gas sarín cerca de Damasco el 21 de agosto.
Power dijo que la evidencia "apunta abrumadoramente hacia una cruda conclusión: el régimen de Asad perpetró un ataque indiscriminado y a gran escala contra su propio pueblo con armas químicas".
Rusia y China han vetado tres proyectos de resolución propuestos por potencias occidentales con intención de aumentar la presión sobre Asad sin imponerle sanciones.
No obstante, el presidente ruso Vladimir Putin dijo esta semana que estaría dispuesto a considerar una acción del Consejo de Seguridad si estaba convencido de que el gobierno de Asad perpetró el ataque del 21 de agosto, y que según Washington dejó más de 1.400 muertos.
"No hemos visto nada en los comentarios del presidente Putin que sugieran que hay un camino disponible para avanzar en el Consejo de Seguridad", dijo Power.