No solo sería un atentado contra ese país, sino contra todo el orden mundial, reafirmó el mandatario, quien insistió además en los argumentos de que el uso de armas químicas en Siria fue una provocación "hábil e inteligente" de la oposición armada.
A su juicio, resulta desafiante que un país creyéndose invulnerable aseste un golpe donde se le antoje, con lo cual reduciría a cero el papel rector de la ONU y la responsabilidad del Consejo de Seguridad como garante de la seguridad mundial.
Señaló que la cuestión sobre el uso de la fuerza contra Siria no es un tema para analizar en el Congreso de Estados Unidos, sino en el Consejo de Seguridad de la ONU, y lamentó que legisladores estadounidenses rehusaran al diálogo con sus colegas rusos, en torno a esa problemática.
Putin llamó a reflexionar en el origen del conflicto sirio, y en las fuerzas externas que allí se enfrentan como las agrupaciones del Frente Al-nusra, reconocida como terrorista por el Departamento de Estado, y otras milicias vinculadas con la red Al Qaeda.
Hizo ver, de otro lado, que en los ingentes esfuerzos desplegados por Rusia para una salida negociada de la crisis siria no descansan "intereses exclusivos en Siria, sino que luchamos por el mantenimiento de los principios del derecho internacional", aseguró Putin.
En relación con las armas químicas, en particular, el mandatario aludió el empleo por los subversivos de un proyectil antiguo fabricado en la extinta Unión Soviética, que había sido retirado de servicio del ejército sirio.
Consideró que deben llevarse las investigaciones hasta el final sobre la autoría de los hechos denunciados, y determinar la responsabilidad en esos crímenes. En ese sentido llamó a trabajar de conjunto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El presidente recordó que Rusia, como estado miembro permanente en el organismo mundial, tiene iguales derechos y obligaciones, que el resto de los países en las discusiones y en la solución de la crisis siria.
Sobre todos nosotros (los cinco miembros) existe igual nivel de responsabilidad, remarcó Putin, al tiempo que previno de las negativas consecuencias en caso de que no prospere la vía pacífica de solución. "Será en extremo muy malo", exteriorizó el gobernante.