"El futuro de este país depende de nuestra habilidad de defendernos de ataques cibernéticos y amenazas terroristas, y necesitamos herramientas para hacerlo", dijo el general Keith Alexander, quien dirige la NSA, cuyos programas de vigilancia a nivel mundial salieron a la luz en meses recientes.
Alexander dijo que desde el 11 de septiembre de 2001 se han registrado escasos ataques terroristas en suelo estadunidense, pese a las crecientes amenazas en el mundo, durante una intervención en una cumbre sobre seguridad cibernética en Washington.
"Esto no es casualidad. Requiere mucho trabajo duro", dijo. Afirmó que los agentes que han perdido la vida son los "héroes, no aquellos detrás de las filtraciones a la prensa".
Alexander pidió al público apoyar los programas de vigilancia, que están bajo la lupa en el Congreso, al afirmar que la realidad sobre ellos ha sido distorsionada.
"Han sido sensacionalizados e inflados en muchos de los informes" de prensa, dijo.
"Lo que se ha exagerado en los reportes es que estemos escuchando sus conversaciones, leyendo sus correos electrónicos. Eso no es verdad (...). Entendemos que nuestra labor es defender al país. Es una noble misión", afirmó.
Alexander insistió en que más de 50 amenazas terroristas alrededor del mundo fueron frustradas gracias a los programas de espionaje, que han sido duramente criticados por países alrededor del mundo, desde Alemania a Brasil.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, denunció con suma dureza el martes ante la Asamblea General de la ONU el espionaje de Estados Unidos y pidió un control multilateral del uso de Internet.
La mandataria suspendió una visita de Estado a Washington prevista para el 23 de octubre por esta cuestión.