Da EU un paso más… a la parálisis

El Senado, dominado por demócratas, votó por 54-46 en contra de la propuesta para aplazar el "Obamacare" y una enmienda de la Cámara baja rechazando un impuesto médico relacionado a una ley de gasto de emergencia.

El proyecto de financiamiento buscaba extender los fondos del Gobierno hasta el 15 de noviembre, para evitar un cese de servicios no esenciales.

Ahora, la medida vuelve a la Cámara Baja, donde los legisladores republicanos dijeron que realizarán otro intento para cambiar la ley de salud del presidente Barack Obama, que adjuntarán a un proyecto que debe ser aprobado antes de la medianoche del lunes para evitar una paralización parcial de servicios públicos.

Un alto asesor republicano dijo que la medida propondrá que se retrasen en un año los mandatos individuales para que las personas sin seguro de salud se inscriban en 'Obamacare'.

Además, el representante Darrell Issa, presidente de la Comisión de Supervisión y Reforma Gubernamental, dijo a reporteros que la provisión, que se adjuntará al proyecto de financiamiento de emergencia, exige que el presidente y otros altos funcionarios se atiendan a través del programa de salud 'Obamacare'.

ENFOQUE: ¿Y SI EL GOBIERNO DE EU SE PARALIZA?

El Senado, controlado por los demócratas, ha rechazado todos los intentos de cambiar el programa de salud Obamacare a través de la legislación para mantener funcionando al Gobierno.

Los republicanos insisten en que la ley de salud estaba costando empleos y elevando los costos de atención médica. Obama ha dicho que no va a dejar que la ley, su principal logro en política interna, sea destruida.

Los demócratas dicen que los republicanos están obsesionados con atacar al presidente y a la reforma, que tiene como objetivo proporcionar cobertura de salud para millones de estadounidenses sin seguro médico.

El estancamiento no es un buen augurio para el siguiente enfrentamiento político por el aumento de la capacidad del Gobierno para endeudarse, que puede tener consecuencias mucho mayores.

Si no hay un acuerdo para aumentar el límite de endeudamiento de 16.7 billones de dólares para mediados de octubre, Estados Unidos podría verse forzado a incumplir algunas de sus obligaciones, perjudicando a su economía y enviando réplicas por todo el mundo.

En un cierre del Gobierno, el gasto para funciones consideradas esenciales (como la seguridad nacional y el orden público) continuará junto a programas de beneficios como el seguro de salud Medicare y las partidas de seguridad social para los jubilados.

Sin embargo, cientos de miles de trabajadores federales (desde quienes procesan solicitudes y se encargan de la regulación hasta empleados de parques y museos en Washington) serán suspendidos de sus funciones.

La última vez que paró el Gobierno, entre el 16 de diciembre de 1995 y el 6 de enero de 1996, a unos 800 mil trabajadores se les concedió licencia.

Las acciones estadounidenses caían debido a que las probabilidades de un acuerdo de último minuto parecen más escasas.

Follow Us on Social

Most Read