"Hoy nos congregamos una vez más para honrar a los patriotas que realizaron el mayor servicio que un estadounidense puede ofrecer a su país: aquellos que lucharon por la libertad y estuvieron de guardia por nuestra seguridad", afirmó Obama en un discurso en el anfiteatro del Cementerio Nacional de Arlington, en Virginia.
"Es una deuda que nunca podremos pagar", subrayó en la ceremonia, donde estuvo acompañado por su esposa, Michelle, y el vicepresidente Joe Biden, al referirse a los "profundos sacrificios" de los veteranos.
"Debido a su heroico servicio", aseguró, "el núcleo de Al Qaeda está en la senda de la derrota, y nuestra nación es más segura".
También aprovechó la ocasión para recordar que el próximo año se completará la transición de seguridad en Afganistán al Gobierno local "con lo que laguerra más larga en la historia de EE.UU. finalizará", después de haber comenzado en 2001.
Además, el mandatario reafirmó el compromiso de su Administración para "apoyar y respaldar a los veteranos cuando regresan a casa".
Entre ellos, Obama rindió especial homenaje a Richard Overton, de 107 años, considerado el veterano de guerra más anciano de Estados Unidos.
"Es fundamental asegurarnos de que todos los veteranos tienen la oportunidad de acceder al 'sueño americano' que ayudaron a defender", remarcó.
Obama reconocía así las dificultades de este colectivo, que registra mayores tasas de desempleo que el resto de la población estadounidense, 8 % frente al 7,3 % el pasado octubre, y sufre con mayor incidencia problemas mentales como el estrés postraumático, responsable de un alto número de suicidios.
De acuerdo con la Oficina del Censo, hay 21,5 millones de veteranos en EE.UU., incluyendo 1,2 millones de hispanos.
Como viene siendo habitual en los últimos años, el presidente estadounidense inició el día, festivo en Estados Unidos, con un tradicional desayuno en la Casa Blanca con veteranos de guerra y familiares, al que también acudió la primera dama y el vicepresidente Biden y su esposa, Jill.
En Estados Unidos, el "Día de los Veteranos" se originó en 1919 como el "Día de Armisticio" para marcar el primer aniversario del fin de la Primera GuerraMundial. Pero en 1954, el presidente Dwight D. Eisenhower cambió el nombre al festivo por el que ahora se le conoce para honrar a los soldados estadounidenses caídos en todas las guerras.