Cuba había cancelado "hasta nuevo aviso" casi todos los trámites consulares en Estados Unidos porque no contaba con un banco para operar sus negocios en ese país a causa del embargo económico que le aplica desde hace más de 50 años.
"El 6 de diciembre de 2013, el banco M&T informó a la Sección de Intereses de Cuba en Washington la decisión de otorgar una prórroga para el cierre definitivo de las cuentas de las misiones diplomáticas cubanas en Estados Unidos, hasta el 1 de marzo de 2014", dijo Granma, el diario del gobernante Partido Comunista.
El banco M&T de Nueva York había comunicado en julio a la Sección de Intereses de Cuba en Washington, que funciona como la misión diplomática cubana en Estados Unidos, que no continuaría prestando servicios a las misiones diplomáticas extranjeras.
En un comunicado difundido en Granma, el Gobierno cubano dijo que la institución bancaria ahora "recibirá los depósitos por servicios consulares hasta el 17 de febrero de 2014".
La Habana y Washington han estado enfrentados políticamente desde poco después de 1959, cuando el ex presidente Fidel Castro llegó al poder instaurando un Gobierno comunista.
Sin embargo, para tratar los asuntos diplomáticos y consulares los dos países, que no tienen relaciones diplomáticas oficialmente desde 1962, se establecieron el 30 de mayo de 1977 las Secciones de Intereses en La Habana y Washington, respectivamente.
"La Sección de Intereses informa que restablecerá de inmediato los servicios consulares, de manera temporal, hasta el 17 de febrero de 2014", señaló el texto.
La interrupción de los servicios bancarios amenazaba con cortar un reciente aumento de los viajes e intercambios deportivos, culturales y educacionales entre ambos países, en vísperas de la temporada de vacaciones por Navidad y Año Nuevo.
El Gobierno cubano destacó que "continúa realizando gestiones para identificar un nuevo banco que asuma la operación de sus cuentas y, en la medida en que ello se logre, estará en capacidad de normalizar definitivamente los servicios consulares".
Aunque del Gobierno cubano no publica regularmente las estadísticas sobre el número de estadounidenses de origen cubano que visitan la isla cada año, fuentes de la industria turística y agencias de viajes en Estados Unidos estiman que alrededor de 350.000 cubano-estadounidenses viajan a La Habana con sus respectivos visados de entrada.
Cifras de La Habana, en cambio, sostienen que unos 100.000 estadounidenses llegan anualmente a Cuba en grupos organizados bajo licencias especiales mediante el intercambio "pueblo a pueblo" que impulsa el presidente Barack Obama, a pesar de la prohibición general a los viajes por las sanciones impuestas a la isla.
"Es muy emocionante visitar Cuba y no es nada peligroso. Esta es una buena oportunidad que tenemos los estudiantes de mi país para visitar La Habana", dijo a Reuters Brigget Dugan, estudiante de Sociología de Nueva York, tras arribar a la isla en un crucero con unos 500 universitarios de Estados Unidos como parte de un programa académico bilateral.