El nuevo servicio fue inaugurado con un solemne acto en el Palacio de los Reyes de Mallorca de Perpiñán (sur de Francia), a donde llegó el primer tren de alta velocidad (AVE o TGV en francés) procedente de Barcelona (noreste de España) tras una hora y 10 minutos de viaje y con autoridades de ambos países entre los más de 800 pasajeros que iban a bordo.
La ministra española de Fomento, Ana Pastor, y el ministro delegado de Transportes de Francia, Frédéric Cuvillier, calificaron de "histórica" la jornada de este domingo, porque supone el fin de "las fronteras" ferroviarias entre ambos países, que hasta ahora imponía la diferencia de vías.
Los representantes de los dos países destacaron las "oportunidades" económicas y turísticas que abren estas nuevas conexiones: Barcelona-París, con dos trenes diarios por sentido; Madrid-Marsella, a través de Barcelona y en siete horas; Barcelona-Lyon, en 4 horas y 53 minutos, y Barcelona-Toulouse, en tres horas.
Pastor declaró que "los Pirineos dejan de presentarse como una barrera" entre los dos países, y aseguró que la alianza entre Renfe y SNCF para prestar estas conexiones son consecuencia del "diálogo y el entendimiento" entre ambos gobiernos.
Aseguró que las rutas puestas en marcha este domingo son un medio de transporte "rápido, cómodo y seguro", y expresó su confianza en que las conexiones abran nuevas oportunidades "de movilidad y de intercambio" entre ambos países.
Por su parte, el ministro francés auguró que estas rutas directas en AVE "facilitarán" los intercambios entre ambos países y reforzarán sus "vínculos de amistad".
El mercado actual de los desplazamientos entre España y Francia asciende a 82 millones de viajes anuales, de los que un 89 % se hacen en vehículo privado, con lo que la puesta en marcha de estas conexiones en alta velocidad hará la competencia al automóvil, al autobús o bien al avión.
Durante 2014, ambas compañías, que operarán bajo la denominación Renfe y SNCF, prevén ampliar frecuencias y destinos para atender a una demanda estimada de un millón de viajeros internacionales.
Cuvillier expuso los planes para que el tramo Nimes-Montpellier esté adaptado a la alta velocidad en 2017, con lo que se recortarán 20 minutos de viaje, y se comprometió a "proseguir los estudios" (técnicos) para definir el recorrido entre Perpiñán y Montpellier, aunque mantuvo 2030 como fecha límite para hacerlo.
Por cuestiones de homologación, de momento, el trayecto Barcelona-París lo van a efectuar TGV franceses, inicialmente del modelo Duplex Dayse, y los AVE S-100 españoles se dedicarán a las otras líneas (Madrid-Barcelona-Marsella, Barcelona-Lyon y Barcelona-Toulouse).
Las líneas puestas en marcha convierten a Barcelona en un "hub" -nudo de comunicaciones- ferroviario hispanofrancés, ya que permitirán conectar la red española de AVE con la francesa, que a su vez hará posible conectar con el norte de Europa.