Cientos de abogados con sus togas negras y sus pelucas blancas se congregaron ante Old Bailey, como se conoce a la sede del principal tribunal criminal inglés, en Londres, y otros juzgados de Inglaterra y Gales para la protesta de medio día, la primera en la historia.
El gobierno del primer ministro conservador británico David Cameron planea recortar 220 millones de libras (360 millones de dólares) al presupuesto anual de 2 mil millones de libras para la asistencia legal a las personas que no pueden permitírsela.
El ejecutivo argumenta que el sistema legal del país es el más caro del mundo y busca reducir sus costos como parte de una política de recortes del gasto público.
Pero, los abogados criminalistas replican que perderán dinero y que la gente que no puede permitírselo ya no estará representada apropiadamente. “Cuando el sistema se debilita, el eventual resultado es que el culpable sale impune y el inocente es condenado equivocadamente”, dijo el abogado Mukul Chawla leyendo un comunicado ante Old Bailey.