La reunión en Bruselas sirvió para aprobar un borrador para enviar una fuerza del tamaño de un batallón a un país golpeado por la violencia, pero aún hay que pulir los planes militares.
Los responsables de la UE esperan obtener esta semana la autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para la misión y que los soldados empiecen a llegar a República Centroafricana a finales de febrero. Tendrán su sede cerca de la capital, Bangui.
No está claro qué países de la UE aportarán tropas. Estonia ha prometido enviar soldados, y Lituania, Eslovenia, Finlandia, Bélgica, Polonia y Suecia están entre los países que lo están estudiando, dicen diplomáticos.
Grandes países de la UE como Reino Unido, Alemania e Italia han dicho que no contribuirán.
República Centroafricana se sumió en el caos después de que una coalición rebelde de mayoría musulmana, Seleka, se hiciera con el poder en marzo, desatando una oleada de asesinatos y saqueos que provocaron los ataques de las milicias cristianas como revancha.