Poco después de que su oficina anunciara que tenía fiebre alta y problemas respiratorios, Yanukovich defendió su manejo de la crisis y acusó a la oposición, que pide su renuncia, de provocar los disturbios.
"Hemos cumplido con todas las obligaciones que las autoridades habían aceptado", dijo el presidente, refiriéndose a la aprobación de una ley el miércoles que otorgaba la amnistía condicional a activistas detenidos.
"Sin embargo, la oposición continúa incitando la situación, convocando a las personas a que se manifiesten en el frío por las ambiciones políticas de algunos líderes. Creo que eso está mal", agregó el mandatario en un comunicado.
La amnistía ofrecía la libertad sin cargos a manifestantes pacíficos, pero sólo bajo la condición de que los activistas abandonaran los edificios gubernamentales que habían ocupado, medida que fue rechazada.
Las manifestaciones callejeras comenzaron en noviembre por el rechazo del presidente a un acuerdo con la Unión Europea a favor de lazos más cercanos y un rescate financiero con Rusia.
"El presidente de Ucrania está enfermo con una dolencia respiratoria aguda y fiebre", señaló la web.
El primer ministro de Yanukovich, Mykola Azarov, renunció el martes en medio de masivas protestas en las calles y el presidente aún tiene que designar a un sucesor.
Serhiy Arbuzov, que fue segundo de Azarov, asumió el puesto de primer ministro interino.
Algunos líderes opositores dijeron que sospechaban que Yanukovich podría estar dándose un respiro tras verse obligado a hacer concesiones para calmar a los manifestantes. Pero aliados del mandatario rechazaron esa interpretación y afirmaron que el presidente lucía enfermo.
Seis civiles han muerto y cientos resultaron heridos en enfrentamientos callejeros entre manifestantes y la policía. Un oficial de policía, la séptima víctima, falleció de un ataque cardíaco en la calle el miércoles por la noche.