La ley, cuya aprobación fue aplaudida por el presidente Barack Obama, recortó en ocho mil millones de dólares el Programa Suplementario de Asistencia Nutricional (SNAP), en adición a otro recorte de cinco mil millones de dólares aprobado en noviembre.
“SNAP es una herramienta efectiva para evitar el hambre en los niños y evitar que las familias de bajos ingresos caigan en la pobreza. Es un salvavidas importante para los Latinos porque los niños hispanos son dos quintas partes de quienes padecen hambre”, deploró el Consejo Nacional de la Raza (NCLR).
El NCLR consideró positivo que la iniciativa aprobada por el Senado haya excluido los requisitos de elegibilidad previos, pero lamentó el efecto de los recortes en los más vulnerables.
En una breve declaración, el presidente Obama consideró que la iniciativa del Senado reforzará las “ganancias históricas” en el campo de Estados Unidos, creará más empleos y protegerá a las familias más vulnerables de Estados Unidos.
“Ofrece certidumbre a los granjeros y rancheros de Estados Unidos, y contiene reformas de sentido común que mi gobierno ha demandando consistentemente, como la eliminación de subsidios directos al agro”, señaló Obama.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) estima que la iniciativa reduce el gasto en subsidios directos y en asistencia alimentaria en más de 16 mil millones de dólares en una década.
Los subsidios directos a los granjeros y rancheros, estimados en cinco mil millones de dólares al año, serán eliminados. En cambio, se aprobaron siete mil millones de dólares en un seguro a los cultivos.
Su contenido final fue resultado de un compromiso entre la versión de la Cámara de Representantes y la del Senado luego de tres años de negociaciones entre ambos partidos.
Se espera que la versión del Senado, aprobado con 68 votos a favor y 32 en contra, sea promulgada por el presidente Barack Obama.