Caracas volvía lentamente a la normalidad, aunque en algunos barrios de clase media se veían grupos de manifestantes que con barricadas de escombros y basura cortaban parcialmente las vías.
En el este de la ciudad, casi medio centenar de estudiantes se movilizaban hacia la embajada de Cuba para rechazar lo que denuncian como injerencia de ese país aliado del gobierno de Maduro.
MADURO CONVOCA A DIÁLOGO
En una reunión en la presidencia con gobernadores y alcaldes, Maduro reiteró la noche del lunes su invitación a un diálogo con varios sectores del país para el miércoles, en el que se espera la participación del líder opositor Henrique Capriles.
"Estoy seguro que de ahí van a salir grandes acuerdos para el futuro de la patria (...) Lo primero tiene que ser respetarnos, entendernos, respetar la Constitución", dijo Maduro al término del encuentro, al que Capriles se negó a asistir en rechazo a la "violación de los derechos humanos y represión" registrada en las protestas.
WASHINGTON Y CARACAS
Ante las manifestaciones en Venezuela, la Casa Blanca expresó el lunes su preocupación por la situación y aseguró estar trabajando en forma conjunta con organismos interamericanos para calmar los ánimos y lograr un "diálogo genuino" entre las partes enfrentadas.
"Estamos preocupados y hemos dejado claro que con nuestros aliados regionales y la OEA estamos trabajando para pedir calma y favorecer un diálogo genuino entre todos los venezolanos", dijo el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney.
Para el portavoz estadounidense las autoridades venezolanas deberían "liberar inmediatamente a los manifestantes detenidos. También precisan dejar de impedir el trabajo de periodistas independientes y restringir la información".