Ese ha sido el mensaje principal del depuesto presidente Víctor Yanukóvich en su primera aparición pública tras ser forzado la semana pasada a abandonar el poder.
El hasta ahora jefe de Estado ucraniano ha reaparecido en la ciudad rusa de Rostov del Don, donde se encuentra desde anoche.
“Ha llegado el momento de que diga que voy a seguir luchando por el futuro de Ucrania. Luchando contra los que gracias al terror intentan acabar con Ucrania”, declaraba Yanukóvich.
El expresidente asegura que la Rada Suprema actúa bajo la coacción de grupos radicales, nacionalistas y fascistas y que el actual Gobierno interino no tiene ninguna legitimidad.
Yanukóvich, que ha dicho que regresará a Ucrania cuando se garantice su seguridad y la de su familia, también ha acusado a Occidente de promover la actual crisis política y ha pedido a Rusia que no se lave las manos ante esta situación.
En su primera aparición pública tras su destitución forzada, el político ha acusado a la oposición y a tres ministros de Exteriores europeos de no haber respetado el acuerdo firmado el 21 de febrero. Un pacto que según él es la base legítima para emprender las reformas que necesita el país.
A la pregunta de un periodista sobre los últimos incidentes vividos en Crimea, Yanukóvich ha respondido que es normal que la población de esa región autónoma reaccione al “golpe criminal en Kiev” aunque ha querido dejar claro que es importante que el conflicto se resuelva pacíficamente.