"Nuestra investigación muestra que la relación con Amanecer Dorado es solo la punta del iceberg. El racismo, el uso excesivo de la fuerza y la impunidad son una plaga en la Policía griega", afirma AI en un comunicado difundido ayer.
La investigación de la organización no gubernamental, basada en los últimos dos años, revela que hay diez agentes de las fuerzas griegas que mantienen "vínculos directos o indirectos con las actividades delictivas atribuidas a los miembros de Amanecer Dorado".
Además, AI acusa a las autoridades helenas de no obligar a los agentes a rendir cuentas y de eludir investigaciones "exhaustivas e imparciales" sobre las denuncias de las víctimas de estos abusos.
"Hasta ahora los Gobiernos griegos no han reconocido, y mucho menos abordado, estas violaciones de los derechos humanos por parte de la Policía", afirmó el director adjunto del programa de Europa y Asia Central de AI, Jezerca Tigani.
"Hay una necesidad urgente (...) de crear un mecanismo de denuncia policial independiente para investigar las denuncias de conductas policiales ilegítimas", dijo Tigani.
El informe denuncia también la no intervención de las fuerzas policiales en el asesinato del cantante Pavlos Fyssas, que fue apuñalado en septiembre pasado a manos de un militante neonazi en un barrio de la periferia de Atenas.
AI denuncia también el "trato brutal" que reciben inmigrantes y refugiados y relata varios episodios de maltrato perpetrados por estos policías.