“Se ha derramado sangre en Ucrania de nuevo. El país está en el umbral de una guerra civil”, afirmó Medvedev a través de su cuenta oficial en la red social defacebook, según reporte de la agencia informativa rusa Ria Novosti.
El jefe de gobierno ruso afirmó que el nuevo liderazgo de Ucrania “ha fallado en mantener la ley y el orden” y consideró como una gran tragedia la decisión de emprender una operación militar contra los ucranianos que se pronuncian a favor de su independencia.
“La causa de esta tragedia radica en que las autoridades legítimas ni siquiera habían intentado conservar el orden legal cuando comenzaron los asaltos a sedes”, indicó.
En su opinión, los gobernantes ilegítimos de Ucrania pretenden restablecer el orden que ellos mismos violaron al llegar al poder mediante un golpe de Estado, luego de la destitución del presidente Viktor Yanukovich el 22 de febrero pasado.
“Toda acción provoca reacciones: el golpe en Kiev y las protestas populares en las regiones. Es una reacción en cadena de acontecimientos políticos y económicos”, apuntó Medvedev, tras destacar que “las nuevas autoridades ucranianas están “cayendo en su propia trampa.”
“Es una lástima que la gente se convirtieron en rehenes de los políticos incapaces y de los radicales irresponsables que sustituyeron a la Policía y el Ejército”, subrayó el primer ministro de Rusia, en referencia a los edificios que fueron tomados por separatistas en el oriente de Ucrania.
Activistas prorrusos en las regiones de Donetsk, Luhansk y Kharkiv ocuparon el fin de semana pasado los edificios gubernamentales regionales y la sedes del Servicio de Seguridad para presionar al gobierno interino impuesto en Ucrania tras la salida de Yanukovich.
En un intento de frenar las movilizaciones, que son consideradas por Ucrania como actos terroristas, el presidente interino Oleksandr Turchynov anunció este martes el inicio de una operación a gran escala en el sureste del país de las fuerzas militares contra los activistas.
La operación fue condenada por el gobierno ruso, a través del ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, quien consideró inaceptable el uso de la fuerza en Ucrania contra los manifestantes ucranianos.
“Estamos seguros de que el uso de la fuerza para aliviar la situación en el sureste de [Ucrania] es inaceptable”, afirmó este martes Lavrov, después de una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, en el marco de una visita de trabajo a China.
Condenamos categóricamente y exigimos el cese de las llamadas iniciativas de enviar fuerzas de seguridad y las divisiones del ejército que están en violación de las normas de la legislación ucraniana e internacional para sofocar las protestas, subrayó.
Las movilizaciones en Donetsk, Luhansk y Kharkiv para declarar su autonomía surgieron luego de que la sureña península de Crimea declaró su independencia el mes pasado y aprobó un referéndum para unirse a Rusia, junto con la ciudad de Sebastopol, aunque Ucrania lo desconoció.
De hecho, la Suprema Rada (Parlamento de Ucrania) aprobó este martes una ley en la que declaró a Crimea y a Sebastopol, como “territorios temporalmente ocupados”, así como su espacio aéreo y las aguas territoriales, incluyendo el lecho marino y sus recursos.
La legislación, aprobada por 228 votos a favor dos más que el mínimo requerido, entrará en vigor después de su publicación en el diario de registro oficial, lo cual podría darse en los próximos días.