“Kiev ve un boicot total de los acuerdos de Ginebra por parte de Rusia y una absoluta falta de deseo de cumplirlos”, señala el comunicado del Ministerio de Exteriores de Ucrania.
Ucrania asegura que esta semana envió a la parte rusa un documento con los pasos que ha dado Kiev para contribuir a estabilizar el este del país, donde los prorrusos se sublevaron contra el gobierno central.
Entre otros pasos, Kiev ha aprobado una ley sobre amnistía para los insurgentes que depongan las armas y desocupen los edificios oficiales, e inició un debate en la Rada Suprema (Parlamento) para la reforma de la Constitución.
Al mismo tiempo, la cancillería añade que solicitó a Moscú información sobre los “pasos prácticos” que Rusia, como firmante de los acuerdos de Ginebra, ha dado para reducir la tensión en las regiones orientales.
“Por ahora, la parte rusa no nos ha dado una respuesta”, añade la nota oficial.
Por su parte, el ministro de exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró hoy que “Kiev no ha cumplido nada de lo que tenían que empezar a cumplir de lo acordado en Ginebra”.
Y, en relación a su compromiso de persuadir a las milicias prorrusas para que entreguen las armas y liberen los edificios oficiales que han tomado en varias ciudades de la región minera de Donetsk, Lavrov reconoció la incapacidad de Moscú.
“Nosotros no tenemos ninguna autoridad moral ni ninguna herramienta de influencia en el sureste de Ucrania”, dijo durante una entrevista con el canal de televisión RT.
Ucrania reanudó hoy la fase activa de la operación antiterrorista en el sureste del país en cumplimiento de la orden anunciada el martes por el presidente interino ucraniano, Alexandr Turchínov.
Las fuerzas de seguridad hallaron ayer cerca de Slaviansk el cadáver de un desaparecido diputado local del partido gobernante, Batkivschina (Patria), lo que se sumó al tiroteo contra un avión militar que realizaba un vuelo de reconocimiento sobre esa localidad.
Las localidades de Slaviansk y Kramatorsk, convertidas en baluartes de la protesta prorrusa en el sureste de Ucrania, son el objetivo principal de la operación antiterrorista lanzada por Kiev la pasada semana y suspendida durante la Pascua ortodoxa.