El presidente de Rusia, Vladimir Putin, amenazó con reconsiderar la participación de compañías occidentales en su economía, incluyendo proyectos de energía, si Estados Unidos y la Unión Europea (UE) continúan aplicando penalizaciones en contra de su país por la crisis ucraniana.
Sin embargo, el mandatario aclaró que "por ahora" Rusia no ve la necesidad de presentar sus propias sanciones sobre las potencias de Occidente que penalizaron al país tras la anexión de Crimea.
"Nos gustaría no recurrir a medidas en respuesta", dijo Putin a periodistas tras reunirse con líderes de Bielorrusia y Kazajistán en Minsk. "Pero si esto continúa, por supuesto que tendremos que pensar en quienes estén trabajando en sectores clave de la economía rusa, incluyendo al sector energético, y cómo", aseveró.
Estados Unidos anunció, una nueva ronda de sanciones contra empresas y líderes empresariales cercanos a Putin, mientras que la UE hizo lo propio el martes al sumar a 15 rusos y ucranianos a su lista negra de penalizaciones, con la que aplicará congelamiento de activos y negará visas.
El Ejército ruso está movilizado a pocos kilómetros de la frontera, listo para actuar si le llega la orden desde el Kremlin. También la OTAN ha respondido acumulando tropas cerca de la región, en un tenso ajedrez que recuerda al siglo pasado: es la peor crisis desde el final de la Guerra Fría.
En este contexto, el ministro de Relaciones Exteriores de Putin emprendió una gira por América Latina. Sergei Lavrov interrumpió sus reuniones con John Kerry y la cúpula del Kremlin para visitar Cuba, Nicaragua, Perú y Chile.
El viaje a un lugar tan alejado del conflicto llama la atención y pone en evidencia el pronunciado aislamiento que generó el intervencionismo del gobierno de Vladimir Putin en Ucrania, primero sobre la península de Crimea y luego en los territorios del este.