La decisión la tomó personalmente la directora general del organismo, Margaret Chan, tras una semana de discusiones en el seno del Comité de Emergencia de la OMS, formado por 14 expertos en la materia, que recomendaron decretar el estado de emergencia porque estos contagios pueden ser una amenaza para el resto del mundo.
En los últimos seis meses se han detectado casos en Afganistán, Camerún, Etiopía, Guinea Ecuatorial, Irak, Israel, Nigeria, Pakistán, Somalia y Siria.
La OMS ha podido confirmar si tres de ellos, Camerún, Pakistán y Siria, están “exportando” el virus y por lo tanto infectando a otros países.
“Dado que se ha comprobado la efectiva exportación e importación del virus, consideramos que esto constituye una amenaza para el resto de países y se justifica decretar una emergencia sanitaria”, afirmó en rueda de prensa Bruce Aylward, director general adjunto de la OMS.
Uno de los argumentos que más pesó en la decisión es el hecho de que la transmisión se haya dado en lo que se considera “la baja estación” -de enero a abril-, los meses en los que el virus de la polio “normalmente” no se contagia tanto.
Este hecho hace temer que en los meses de “alta transmisión”, que comienza en mayo, el contagio pueda multiplicarse, y poner en peligro la estrategia misma de erradicación de la enfermedad, afirmó en su presentación Aylward.
Preguntado luego específicamente sobre ese punto, dijo “confiar” en que el mundo pueda acabar con la enfermedad de aquí a 2018.