Tras una noche de relativa calma, los combates parecen haberse reanudado entre insurgentes y militares. Según testigos, se han producido disparos en los aledaños de la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania. El centro de Donetsk estaría siendo sobrevolado por cazas ucranianos.
El Ejército controla los accesos de la capital del este. Los militares custodian el aeropuerto tras una cruenta batalla librada el lunes, que costó la vida a decenas de personas, principalmente combatientes prorrusos.
El aumento del número de heridos ha provocado una escasez de medicinas y materiales sanitarios. La situación suscita mucha inquietud entre la población.
“Todos estamos preocupados. Cómo pueden bombardear a personas desarmadas. No tenemos armas y nos bombardean con esos cohetes. Deberían haberlo pensado un poco. No les estamos atacando, simplemente estamos defendiéndonos”, afirma una prorrusa.
Donetsk es a día de hoy una ciudad desierta. Los rebeldes instaron el martes a la población a abandonar algunos distritos de la capital del este. Los establecimientos han cerrado sus puertas ante el temor de que el centro se convierta en un campo de batalla. En algunos escaparates puede leerse: “ciudad fuera de servicio”.