Fue un duro revés para los ucranianos en su lucha contra la insurgencia montada por los adversarios del nuevo gobierno.
Nueve tripulantes y 40 soldados estaban a bordo del avión Il-76 cuando se desplomó mientras se aproximaba al aeropuerto de la ciudad de Lugansk, de acuerdo con un comunicado de la fiscalía.
La sección de la cola y otros escombros humeantes estaban desparramados en un campo cerca de la aldea de Novohannivka, unos 20 kilómetros al sur de Lugansk. Un periodista de la AP vio a una decena de separatistas armados inspeccionando el lugar.
El incidente suscita interrogantes sobre el acceso de los rebeldes a pertrechos militares. Ucrania ha acusado a Rusia de permitir que tres tanques crucen la frontera para ser usados por los rebeldes. El Kremlin niega que esté abasteciendo a los separatistas.
La OTAN difundió imágenes este sábado que, dijo, muestran movimientos de tanques rusos cerca de la frontera los cuales “suscitan interrogantes significativos” sobre el papel de Moscú.
Los tanques vistos en Ucrania, según la OTAN, “no llevan marcas ni pintura de camuflaje como los que usan las fuerzas armadas ucranianas. En realidad, no llevan marcas, lo cual recuerda las tácticas empleadas por elementos rusos que participaron en la desestabilización de Crimea”.
Denis Pushilin, líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk, dijo a la televisión estatal rusa el viernes que los rebeldes tenían tanques, pero que “no corresponde preguntar” dónde los obtuvieron.
Otro funcionario, el portavoz de la lucha contra el terrorismo Vladislav Seleznyov, citado por la agencia de noticias Interfax, dijo que la cifra era preliminar.
La fiscalía dijo que se abrió una investigación penal, de acuerdo con las leyes antiterroristas.
El avión transportaba equipos y alimentos, así como personal, dijo el Ministerio de Defensa de Ucrania.
La declaración del ministerio dijo que los rebeldes, “con cinismo y traición”, derribaron el avión utilizando cañones antiaéreos y ametralladoras de calibre grueso. Expresó su solidaridad con las familias de los muertos “por su pérdida trágica e irreparable”.
El avión de fabricación rusa II-76 es una nave espaciosa de cuatro motores, diseñada para transportar gente y carga pesada.
Lugansk se encuentra en el este de Ucrania, muy cerca de la frontera con Rusia, una zona en la que los rebeldes prorrusos han tomado edificios gubernamentales y han declarado la independencia después de varios referéndums.
El Ministerio de Sanidad de Ucrania informó que al menos 270 personas han muerto como consecuencia de los enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno ucraniano y los separatistas armados, que según Kiev reciben el apoyo de Rusia. Moscú ha negado eso categóricamente.
Las hostilidades entre Rusia y Ucrania se intensificaron en febrero, tras la salida forzada del presidente prorruso Viktor Yanukóvich a causa de una revuelta popular que pedía un mayor acercamiento con la Unión Europea.