Los empleados de la pista de Air France anunciaron para el próximo domingo una huelga, que será muy seguida. Los funcionarios del Polo Empleo, fundamentales para conseguir trabajo y orientar a los desempleados, llamaron a una medida de fuerza para mañana. En la SNCM, el sindicato mayoritario en la compañía marítima marsellesa, ya anunciaron otro paro para el 24 de junio. Sin duda, la peor semana para el gobierno socialista desde que asumió el gobierno.
Si algo faltaba, los turistas franceses pudieron el miércoles regresar a la Tour Eiffel. Después de varios horas, los empleados de uno de los sitios turísticos más visitados del mundo levantaron la huelga por reclamos de salarios y la inmediata detención de servicios tercerizados en el monumento histórico de Francia. La Sociedad de Explotación del lugar no conocía el movimiento de fuerza en la torre, que permaneció cerrada al publico varias horas, hasta que encontraron una solución.
Este mal humor social colectivo tiene por primera vez otra contra cara. El gobierno socialista del primer ministro franco catalán Manuel Valls no va a ceder y va a continuar con las reformas. Aunque el Partido Socialista amenace con la secesión, los diputados no quieran votar las leyes, amenacen con la insurrección parlamentaria y la rebelión política crezca al compás de la social.
"Nosotros tardamos demasiado en hacer las reformas. O las abandonamos o avanzamos y yo he decidido avanzar", anunció el primer ministro Manuel Valls. "Yo entiendo a veces que muchos dudan de mi determinación. Si es necesario, yo la reafirmo delante de ustedes, una vez más. Y no es ni flou ni ambigua: el gobierno mantendrá sus compromisos", les anuncio el primer ministro a los sindicalistas, que recibió en su oficina de Matignon.