“Es extraordinario que la Cámara de Representantes, después de tener más de un año para reformar nuestro quebrado sistema de migración, vote para restringir una herramienta de aplicación de la ley que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) utiliza para enfocar sus recursos en aquello que es prioritario”, aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en un comunicado.
Anoche, los conservadores de la Cámara baja presentaron un proyecto de ley para impedir que el presidente Barack Obama amplíe la llamada “acción diferida” o DACA (por sus siglas en inglés), un programa que promulgó hace dos años para evitar las deportaciones de los jóvenes inmigrantes que llegaron al país siendo niños pero siguen en situación irregular, conocidos como “soñadores”.
La extensión de este programa a los padres de dichos jóvenes es una de las opciones que está barajando Obama para actuar desde el Poder Ejecutivo y aliviar así a los millones de personas que están en riesgo de deportación, en respuesta a la negativa republicana de votar este año una ley de reforma migratoria integral.
Earnest agregó que la acción diferida ayuda a priorizar aspectos como la seguridad pública y la seguridad fronteriza en la medida en que proporciona alivio temporal a las personas cuya deportación no es necesaria para el sistema, ya que son personas que han crecido en el país y no han cometido ningún tipo de crimen.
“A la vista de la falta de acción del Congreso, el uso de la Administración de la Acción Diferida para los ‘soñadores’ en 2012, lo que ha beneficiado a más de 500.000 jóvenes que son estadounidenses en todos los aspectos excepto en el papel, es el avance más significativo que hemos hecho hacia una reforma migratoria en años”, recordó el portavoz.
“Al no actuar sobre un proyecto de ley de reforma migratoria que requiera que las personas que están aquí ilegalmente paguen impuestos, se sometan a los controles de antecedentes y estén en el lado correcto de la ley, la Cámara está dirigiéndose a un enfoque que trata de redondear y deportar a 11 millones de personas, a la separación de familias, y a socavar la capacidad del DHS para asegurar la frontera”, insistió.
Los conservadores de la Cámara baja presentaron la pasada noche este proyecto en medio del debate entre demócratas y republicanos sobre los fondos de emergencia destinados a lidiar con la crisis migratoria infantil que azota la frontera sur del país, a donde han llegado en los últimos 10 meses cerca de 60.000 niños centroamericanos no acompañados.