Rusia intenta enviar más de 200 camiones con lo que dice es ayuda humanitaria para los civiles en la asediada ciudad de Luhansk, pero Ucrania teme un plan para ayudar a los separatistas pro rusos que combaten a las fuerzas del gobierno. La columna está detenida en la frontera desde hace una semana mientras se discuten las condiciones bajo las cuales Kiev permitirá su ingreso.
Ucrania acusa a Rusia de armar y apoyar a los separatistas desde el comienzo de los enfrentamientos a mediados de abril, cosa que el Kremlin niega.
En tanto, las fuerzas ucranianas han avanzado en territorio en poder de los rebeldes, en un conflicto que ya ha cobrado más de 2.000 vidas y obligado a más de 340.000 personas a huir de sus hogares. Ucrania festeja el Día de la Independencia el domingo y abundan las versiones de que pretende una victoria importante para esa fecha.
Se informó de feroces combates en Luhansk, un día después de que el gobierno aseguró haber capturado buena parte del baluarte rebelde a 20 kilómetros (12 millas) de la frontera con Rusia, dijo Andriy Lysenko, vocero del Consejo Nacional de Seguridad, a la prensa en Kiev.
El asedio comenzó hace 19 días y la ciudad carece de servicios básicos como agua corriente y electricidad. Los habitantes luchan por sobrevivir, dijo el Comité Internacional de la Cruz Roja, que visitó la ciudad el miércoles.
“La gente prácticamente no sale de sus hogares por miedo a quedar atrapada entre dos fuegos, y el cañoneo intermitente de zonas residenciales significa un riesgo para los civiles, dijo el CICR en un comunicado.
La entidad indicó que ha tomado las medidas necesarias para el paso del convoy ruso, que permanece en la frontera. Dijo que está dispuesta a entregar la ayuda en Luhansk si Rusia y Ucrania están de acuerdo con el carácter exclusivamente humanitario del envío y todas las partes en conflicto le dan garantías de salvoconducto.