El canal iTélé reveló hoy la convocatoria de Lagarde para comparecer por cuarta vez ante los jueces de la CJR, una vez más con el estatuto de “testigo asistido”, a medio camino entre el de simple testigo y el de imputada.
En mayo del pasado año, la que fuera ministra de Finanzas de Francia entre 2007 y 2011 durante el mandato del presidente Nicolas Sarkozy evitó en otra convocatoria su inculpación por la CJR, jurisdicción competente para investigar y juzgar los casos que conciernen a los miembros del gobierno en el ejercicio de sus funciones.
Cinco personas han sido acusadas en este sumario por los jueces instructores, entre ellos el empresario y ex ministro Tapie -conocido por su amistad con Sarkozy- y el anterior director del gabinete de Lagarde en el departamento de Economía, Stéphane Richard, actual presidente del operador de telecomunicaciones Orange.
Los magistrados sometieron a un careo a Lagarde y Richard para tratar de desentrañar el papel que tuvo la ministra en la decisión de optar en 2007 por el arbitraje privado para dirimir el contencioso que tenía entonces con el Estado francés Tapie, quien reclamaba una indemnización porque consideraba que había sufrido una expropiación de la marca Puma.
El tribunal arbitral dio la razón el año siguiente al empresario, al que atribuyó 403 millones de euros que tuvo que pagar el Estado como responsable de una serie de operaciones realizadas por el banco Crédit Lyonnais cuando era de titularidad pública.
La directora del FMI sigue estando amenazada de ser imputada en este asunto -si hubiera elementos que apuntaran a que actuó para favorecer al empresario por su proximidad con Sarkozy-, lo que además del riesgo penal, probablemente le obligaría a dejar sus actuales responsabilidades en Washington.