“Necesitamos una OTAN fuerte como alianza política y como alianza militar para defender a nuestros aliados. Trabajaré con los miembros y socios de la Alianza en favor de una OTAN fuerte”, dijo en su primera rueda de prensa.
“Nos enfrentamos a serios desafíos, algunos viejos, otros nuevos. Esos desafíos dejan claro por qué necesitamos la OTAN”, sostuvo.
Stoltenberg mencionó en particular la actual crisis en Ucrania, que considera como “el mayor desafío para la seguridad transatlántica” a y el avance de los extremistas del autollamado Estado Islámico para Irak y el Levante (EIIL).
En ese sentido, consideró que la Alianza y la coalición internacional liderada por Estados Unidos están tomando “acciones decisivas contra el grupo terrorista EIIL”, con el apoyo de sus “socios regionales”.
Al mismo tiempo, reiteró el respaldo de los aliados a “los esfuerzos internacionales para reforzar la capacidad de Irak a defenderse a sí mismo”.
El noruego es el primer secretario general de la OTAN procedente de un país que no es miembro de la Unión Europea.
Economista de formación, Stoltenberg, de 55 años, tomó el relieve del danés Anders Fogh Rasmussen, quien comandó la Alianza transatlántica en los últimos cinco años.
Tras presidir este día su primera reunión del Consejo Transatlántico, se reunirá mañana con el rey Felipe de Bélgica, país que acoge los cuarteles generales del organismo aliado.
Por su parte, el ex secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, anunció hoy su reconversión al frente de una recién creada empresa de “consultoría estratégica para gobiernos, organizaciones globales y corporaciones”, llamada Rasmussen Global.