tuvieron lugar cerca la ciudad kurdo-siria de Kobani, donde destruyeron 20 posiciones de combate, cinco vehículos y dos edificios del EI.
Kobani, en la provincia de Alepo, es uno de los tres principales enclaves kurdos de Siria y es objetivo de una ofensiva del EI desde el 16 de septiembre, por su situación estratégica al confluir con la frontera turca.
Otros dos ataques en Siria se produjeron al sureste de Dayr Az Zawr, y tuvieron como resultado el daño de una refinería de petróleo controlada por los yihadistas.
En Irak, aviones aliados efectuaron tres ataques aéreos al oeste de Bayji, donde destruyeron un vehículo acorazado y dos puestos de control del EI.
Asimismo, realizaron cinco bombardeos cerca de Falujah, y otros dos más en la presa de Mosul, en los que acabaron con varios puestos de control y vehículos de los yihadistas.
La operación aérea desplegada contra los yihadistas en Siria y también en Irak ha sido denominada "Determinación inherente" por parte del Pentágono.