“El control de la cuota de mercado ha sido históricamente uno de los temas importantes de la OPEP. En los últimos años, esta cuota de mercado por parte de la organización ha bajado repetida y constantemente”.
Exactamente, desde 2008 esta cuota de mercado por parte de la OPEP ha descendido del 42 al 35 por ciento. Una alarma para los países miembros, que consideran una amenaza el aumento de producción de Estados Unidos con el petróleo de esquisto.
“Es verdad que, si la producción de la OPEP baja demasiado, el impacto de la organización acabará minimizándose. Un factor determinante es saber cuál es el precio razonable para nosotros. Mientras mantengamos la cuota de mercado, los Estados miembros también pueden disponer de suficientes ingresos para hacer funcionar sus países y realizar las inversiones necesarias para incrementar la producción de cada uno”.
“Debería haber un consenso para cada decisión. En las discusiones sobre la reducción de la producción, por supuesto que el papel de Arabia Saudí es importante. Pero, recuerdo que tal como han quedado las cosas, es Arabia Saudí quien tiene más que perder”.
De momento, para los intereses de Teherán un petróleo a 75 dólares el barril es aun soportable. Con este precio se ha revisado el presupuesto del año que viene, después de que el presente todavía se basara en uno a cien dólares. Por debajo, su economía se vería fuertemente resentida cuando intenta volver a los mercados occidentales.