"Decidimos hacer una pausa en Brasil para buscar un modelo sostenible", dijo al diario económico Valor de este martes, el director general de la compañía para América Latina, Bill van Zyll.
La firma japonesa, creadora de juegos como Super Mario Bros, anunció el viernes pasado su decisión.
"Vamos a crear un modelo totalmente nuevo", indicó Van Zyll, que ve gran potencial en el mercado brasileño, con el aumento de la renta de la población más joven.
Como Nintendo no tiene fábrica en el país, los altos impuestos a las importaciones hicieron inviable su actual modelo de negocios.
Un juego con altos índices de ventas como Super Smash Bros, se vende en Brasil 20% más caro que en Estados Unidos. Y aún con estos altos precios los márgenes de ganancia continúan bajos.
La distribución en Brasil depende de una subsidiaria de Juegos de Video Latin America (JVLAT), empresa basada en Panamá y en la que Nintendo no tiene acciones.
Van Zyll dijo al sitio G1 que el modelo de precios "debía tener sentido" para los consumidores y descartó por lo pronto una planta en Brasil.