El Departamento de Trabajo dijo el miércoles que su índice de precios al productor (IPP) basado en la demanda final cayó un 0,8 por ciento, el mayor descenso desde la reformulación de la serie iniciada en noviembre de 2009.
En diciembre el IPP había retrocedido un 0,2 por ciento.
Fue el tercer mes seguido de declives para el IPP.
En los 12 meses a enero, los precios al productor se mantuvieron sin cambios, la lectura anual más floja desde que comenzaron los registros en noviembre de 2010, tras crecer 1,1 por ciento en diciembre.
Los economistas encuestados por Reuters esperaban una baja de un 0,4 por ciento para el IPP el mes pasado y un avance anual de 0,3 por ciento.
Los precios energéticos más bajos, contra un contexto de demanda global más débil y una mayor producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos, junto con un fortalecimiento del dólar, están conteniendo la inflación de los precios domésticos.
La Reserva Federal, que tiene una meta de inflación de 2 por ciento, ve el ambiente limitado para los precios como algo transitorio.
Como las condiciones del mercado laboral se ajustan rápidamente, la mayoría de los economistas prevén que el banco central estadounidense comience a elevar las tasas de interés en junio.