Junto con su abogado y bajo un fuerte resguardo policial, Sebastián Dávalos Bachelet compareció ante un fiscal de la ciudad de Rancagua (90 kilómetros al sur de Santiago) para entregar más antecedentes sobre el préstamo que su esposa recibió de manos del principal banquero de Chile en 2013.
Sin hacer declaraciones a la salida de la fiscalía de Rancagua, el hijo de la mandataria se retiro del lugar en un vehículo de la policía.
Dávalos tuvo que renunciar hace más de dos meses a su cargo de director cultural del Gobierno luego que medios revelaron que participó en una reunión con Andrónico Luksic, tras la cual se aprobó un préstamo de unos 10 millones de dólares a la sociedad Caval de su mujer para la compra de terrenos al sur de Santiago.
Caval adquirió los terrenos apostando a un cambio de los permisos para el uso de los suelos, que aumentaría sustancialmente su valor.
El negocio levantó una polvareda en medios de comunicación y generó críticas tanto de la oposición a la mandataria socialista como de miembros de su coalición, que se tradujo en un desplome del apoyo a Bachelet y un aumento de la desconfianza de los ciudadanos hacia las instituciones.
En una entrevista difundida la noche del domingo por el canal estatal TVN, la mandataria reiteró que nunca estuvo en conocimiento del cuestionado negocio de su nuera, por lo que rechazó las críticas sobre su "integridad moral" para impulsar un programa de mayor "justicia social".
"Hay personas que emiten juicios de manera irresponsable (...) o lo hacen, tal vez, con alguna intencionalidad de desprestigiarme", dijo la mandataria.
"Soy una persona honesta. Soy la misma persona de siempre. Nunca he aprovechado el cargo con ningún otro sentido", agregó.
La nuera de Bachelet declaró la semana pasada ante el fiscal que investiga el caso llamado Caval y luego dijo a un diario vespertino que ni la mandataria ni su esposo tuvieron participación en las negociaciones del polémico préstamo bancario.