Aunque la economía se ha acelerado en los últimos meses y el año pasado creció el 1.4%, pronósticos prudentes aseguran que este año sólo crecerá en un 2.5%.
En el trasfondo esto significa que las medidas que el gobierno español ha implementado no han sido suficientes y que deberán realizar las reformas necesarias para lograr un crecimiento sostenible que aún se ve lejano.