bilateral de alto nivel.
Tanto los funcionarios estadounidenses como los chinos coincidieron en resaltar el interés mutuo en que la primera y segunda economía mundial construyan una relación sólida que limite las posibilidades de enfrentamiento y fomenten el crecimiento.
“Nuestra relación es como un matrimonio. Requiere mucho trabajo duro”, aseguró el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, quien abrió hoy la primera de las dos jornadas oficiales del séptimo diálogo estratégico y económico entre China y Estados Unidos. Biden aseguró que Estados Unidos “no teme el crecimiento chino”, sino que quiere ver a China crecer”.
No obstante, el vicepresidente matizó que la relación bilateral debe estar basada en un “crecimiento responsable”, algo que, en su opinión, beneficiará al comercio y la estabilidad mundial. Estados Unidos mantiene diferencias con China en temas comerciales y arancelarios, así como en asuntos geoestratégicos, principalmente por las ambiciones de expansión marítima de Pekín, y de ciberseguridad.
A comienzos de mes, la Oficina de Gestión de Personal (OPM), encargada de los recursos humanos de funcionarios de EE.UU., anunció que había sido víctima de un ataque informático que comprometió información privada de millones de empleados públicos, algo de lo que, en privado, Washington responsabiliza a China.
El secretario del Tesoro, Jack Lew, aprovechó esta nueva ronda del diálogo bilateral, que se celebra desde 2009, para recordar los “intereses compartidos” de China y Estados Unidos, pero sin olvidar “las responsabilidades conjuntas”.
Lew añadió que “esto incluye atenerse a ciertos estándares de comportamiento en el ciberespacio”, una de las áreas donde el choque Estados Unidos-China es más evidente.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, advirtió de que este diálogo debe dar frutos y permitir el entendimiento entre ambas potencias, porque “no podemos prometer una cosa y hacer luego otra distinta”.
Tanto Kerry como Biden mostraron sutilmente su preocupación por la expansión china a islas del Mar de China Meridional en disputa, algo que está elevando la tensión entre vecinos como Filipinas, Vietnam o Malasia.
“Se debe reducir la tensión en lugar de incrementarla”, aseguró Kerry, quien añadió que "nuestra alianza es clave para la resolución de problemas mundiales".
En septiembre próximo, el presidente chino, Xi Jinping, realizará una visita de Estado a la Casa Blanca en la que se podrá medir la sintonía con su homólogo estadounidense, Barack Obama.
Obama, que termina su mandato en enero de 2017, tendrá como una de sus últimas tareas en la escena internacional asistir en 2016 a la primera cumbre del G20 que acoge China, vista como símbolo del cada vez más claro protagonismo mundial del gigante asiático.
El viceprimer ministro chino, Wang Yang, reconoció hoy que una buena relación con EU es beneficiosa para ambas economías, ya que "solo habría perdedores en caso de confrontación".
El segundo funcionario chino de más alto rango asistente a estas jornadas, el consejero de Estado, Yang Jiechi, afirmó que "las áreas de cooperación sobrepasan claramente las áreas de competencia".
La jornada de este martes se centró en hablar de cooperación en lucha contra el cambio climático de cara a la Conferencia del Cambio Climático que se celebrará en París a finales de noviembre, en la que China y EU, los dos mayores emisores mundiales de CO2, serán países claves para encabezar un acuerdo.
“Solo el tema de control de emisiones por sí solo valida ya nuestro diálogo (China-EU), porque, si no lideramos en estos problemas, no va a haber acuerdos sustanciales”, subrayó Kerry.
Como paso intermedio, EU y China cerraron un acuerdo de asociación entre instituciones y empresas de ambos países para que compartan buenas prácticas y conocimientos sobre políticas medioambientales e innovación.