Media hora después del inicio de las contrataciones ese índice avanzaba 40,52 puntos hasta 17.448,77 enteros, mientras que el selectivo S&P 500 ganaba un 0,17 % hasta 2.087,01 unidades y el índice compuesto del mercado Nasdaq un 0,08 % hasta 5.037,59 enteros.
Manteniendo la tónica del jueves, los primeros minutos de cotizaciones no tuvieron una tendencia clara, aunque si dominaba un color ese era el rojo.
Sin embargo, los inversores se inclinaron poco a poco por las compras y quince minutos después de la apertura el verde ya se imponía en los principales indicadores.
A ello ayudaron los datos económicos en Estados Unidos, donde la producción industrial subió en julio un 0,6 %, por encima de las expectativas de los analistas, apoyada sobre todo en los buenos resultados del sector del motor.
Además, hoy se supo también que el índice de precios al productor (IPP) en el país subió en julio un 0,2 %, algo más de lo esperado por el mercado, mientras que el dato preliminar sobre la confianza de los consumidores en agosto fue ligeramente peor de lo vaticinado por los expertos.
A esta hora, todos los sectores de Wall Street menos el energético -que perdía un mínimo 0,01 %- registraban ganancias, liderados por el de las materias primas (0,37 %), el de los bienes de consumo cíclicos (0,26 %) y el financiero (0,16 %).
De los 30 valores del Dow Jones, el mayor avance era para el grupo DuPont (1,80 %), seguido Goldman Sachs (0,83 %) y Nike (0,55 %).
En el otro extremo, la operadora Verizon perdía un 0,35 %, Procter & Gamble retrocedía un 0,25 % y Boeing se dejaba un 0,24 %.
Según los analistas, tras la publicación de los datos económicos en EE.UU., los inversores volvían a fijar la vista en la Reserva Federal (Fed) estadounidense, tratando de anticipar cuándo se hará efectiva la esperada subida de los tasas de interés.
Mientras, poco a poco se disipaban los miedos generados en días anteriores por la devaluación del yuan, después de que China anunciara que no prevé nuevas rebajas.
En otros mercados, el petróleo de Texas subía a 42,63 dólares el barril, el oro avanzaba a 1.119,3 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a 10 años progresaba al 2,210 % y el dólar perdía terreno frente al euro, que se cambiaba a 1,1148 dólares.