la Reserva Federal, que se mantendrán reunidas hasta hoy evaluando si aplican la primera alza de tasas en casi una década.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) bajó 0,1%, su primer descenso desde enero, después de un alza de 0,1% en julio, informó el Departamento del Trabajo. La inflación central, que no toma en cuenta los costos más volátiles, como el combustible y los alimentos, subió 0,1% por segundo mes. Los precios de los bienes bajaron, mientras que los de los servicios apenas subieron.
Una caída de 15% en los costos de la energía en los últimos doce meses y un dólar al alza están actuando como un freno a la inflación. Pero las señales de una tendencia desinflacionaria están en contraste con una economía saludable, con un mercado laboral crecientemente ajustado, y subrayan el dilema que enfrenta el banco central.
"La inflación está relativamente débil", dijo a Bloomberg Gregory Daco, director de macroeconomía de EEUU en Oxford Economics, quien estimó acertadamente la caída en el IPC. "Seguimos viendo la transmisión desde un dólar fuerte y bajos costos de la energía".
Presión sobre la Fed
Pese a que los sólidos datos del gasto de los consumidores, el mercado inmobiliario y el empleo apoyan el aumento de las tasas, la volatilidad reciente en los mercados financieros globales inclina la balanza hacia la cautela. En las últimas semanas, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial también han llamado a la presidenta de la Fed, Janet Yellen, a no subir las tasas todavía.
"Se puede argumentar de forma sólida para que la Fed empiece a subir las tasas de interés o para que espere", aseguró Ryan Sweet, economista senior de Moody's Analytics, a Reuters. "El enfoque de administración de riesgo prudente estaría a favor de mantenerlas, pero si la Fed depende realmente de los datos entonces hay muchos argumentos en favor por subir las tasas".
Los mercados financieros de EEUU entregan una probabilidad de 29% a que la Fed suba la tasa de interés de referencia hoy, con muy poca variación respecto de la expectativa previa a la divulgación de las cifras.
Bloomberg Economics, que desde diciembre de 2014 venía anticipando un aumento de los tipos en septiembre, movió su pronóstico y ahora apunta a octubre. "El desempeño económico hasta mediados de año, sobre todo tras las revisiones al alza del PIB del primer semestre, pusieron a septiembre dentro del rango", escribió Carl Riccadonna ayer. Sin embargo, la turbulencia reciente en el mercado ha creado incertidumbre, aseguró.
"Por eso, una Fed más cautelosa, que ya está preocupada por la falta de inflación, esperará a tener más información sobre un potencial efectivo negativo en la economía de los eventos recientes del mercado financiero", afirmó.