El día de ayer, la Santa Sede publicó el informe anual sobre sus cuentas durante el ejercicio 2015, donde reveló que en los últimos tres años se han encontrado 893 avisos de actividades sospechosas.
En 2013 los informes de actividades que fueron reportadas a la AIF ascendieron a 202, en 2014 bajaron a 147, mientras el año pasado se registraron 544. Todo esto según el reporte anual del organismo, creado por el entonces Papa Benedicto XVI.
Sin embargo, de esos 544 casos sólo 17 fueron trasladados con el fiscal del Vaticano para investigaciones.
Tommaso Di Ruzza, director de la AIF, explicó que el incremento de los casos no fue por actividades ilícitas, sino por otros factores. Entre ellos, porque concluyó un procedimiento para cerrar las cuentas presentes en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como banco del vaticano, las cuales no respondían a la legislación vaticana en la materia.
Además, el directivo de la AIF declaró, que esto dependió del cambio de políticas en los entes vigilados, la aplicación de programas de colaboración voluntaria en materia fiscal que se inició con Estados extranjeros y por el reforzamiento del sistema de denuncia.
Di Ruzza aseguró que la AIF recibió muchas indicaciones sospechosas porque muchas de las operaciones iban más allá de los severos controles y necesitaban revisión, pero no necesariamente correspondían a actividades delictivas.
Por su parte, el presidente de la AIF, René Bruelhart dijo que le gustaría que la cifra bajara, pero, comentó que “en todos los lugares donde existen actividades financieras pueden existir movimientos potencialmente sospechosos y se establecen controles de referencia bajos también para suscitar conciencia y construir una nueva mentalidad”.
Sin embargo, aseguró “que en estos años se realizó un gran trabajo y, más allá de los números, puedo afirmar que la calidad (de las operaciones financieras vaticanas) ha mejorado”.
Según el informe, en 2015 la Autoridad de Información Financiera pasó de una fase de fundación a una nueva de funcionamiento efectivo.
Di Ruzza explicó que sólo las autoridades judiciales del Vaticano, son quienes pueden profundizar en las 17 actividades sospechosas turnadas al promotor de justicia. Sin embargo, se mostró optimista porque la mayor parte de los casos sólo quedan como potenciales y son aclarados.
PIE DE FOTO: En 2015 reportaron negativos a la AIF ascendieron a 544.