Bruselas estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de la UE aumentará 1.8 por ciento este año y 1.9 por ciento en 2017, mientras que en la unión monetaria el crecimiento será de 1.6 y 1.8 por ciento, respectivamente.
El Ejecutivo europeo ya había recortado sus cálculos en febrero con respecto a las previsiones presentadas a finales del año pasado.
“Se prevé que el crecimiento económico en Europa siga siendo moderado, pues la trayectoria de sus principales socios comerciales se ha ralentizado y algunos de los factores que hasta ahora habían sido propicios están comenzando a desvanecerse”, explicó.
Entre esos factores, Bruselas menciona la disminución del costo del petróleo, cuyo efecto positivo sobre la renta real disponible deberá “irse desvaneciendo a medida que los precios de esa materia prima vayan recuperándose”.
Al mismo tiempo, las exportaciones de la zona del euro, que se siguen beneficiando de la depreciación del euro, podrían empezar a “sentir con mayor intensidad los efectos de la ralentización del crecimiento exterior” debido al reciente aumento del tipo de cambio.
“El crecimiento dependerá de la demanda interna: se prevé que el próximo año la inversión aumente al 3.8 por ciento en la zona del euro y la UE, y que el consumo privado se modere al hilo de la reducción de la renta real que traerá consigo el previsto repunte de la inflación”, afirma el Ejecutivo.
La CE también señala como factor de riesgo la incertidumbre con respecto a la situación interna de la UE ante el próximo referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en el bloque.
Pese a ese escenario, se espera que el mercado laboral mantenga el ritmo moderado de mejora, con una tasa de desempleo que disminuirá hasta el 8.9 por ciento este año y el 8.5 por ciento en 2017 en los 28 Estados miembros de la UE.
En la unión monetaria, el nivel de desocupación deberá caer para 10.3 por ciento en 2016 y 9.9 por ciento el año siguiente.
En cuanto al déficit de la zona del euro, deberá caer hasta el 1.9 por ciento este año y el 1.6 por ciento en el próximo.
Bruselas prevé que el crecimiento económico aumente o se mantenga prácticamente estable en la mayoría de los países europeos en los próximos dos años, aunque seguirá siendo desigual.
Los avances más importantes se esperan en Irlanda (4.9 por ciento), Rumanía (4.2), Malta (4.1), Polonia (3.7) y Suecia (3.4).
Solo Grecia tendrá una evolución negativa del PIB en 2016, de -0.3 por ciento, antes de volver a crecer hasta 2.7 por ciento en 2017.
Entre las principales economías europeas, Alemania experimentará una mejora de 1.6 por ciento en el PIB tanto en 2016 como en 2017.
Mientras que Francia avanzará 1.3 y 1.7 por ciento, respectivamente, y España 2.6 y 2.5 por ciento, mientras que en Italia la mejora será de 1.1 y 1.3 por ciento.
Para el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, la disparidad entre los países de la zona del euro “es inaceptable y requiere una acción determinada de los gobiernos, individual y colectiva”.
“Hay signos que muestran que los esfuerzos están generando gradualmente más empleos y apoyando la inversión. Pero tenemos mucho más que hacer para abordar la desigualdad”, dijo en rueda de prensa.