El proyecto de ley, que ahora debe recibir la aprobación del presidente interino del país, Michel Temer, también beneficiaría a Petroleo Brasileiro SA, ya que ayudará a las firmas que acumulan pagos atrasados por el combustible entregado por la petrolera estatal para la generación de electricidad.
La legislación fue propuesta inicialmente por la presidenta Dilma Rousseff, actualmente suspendida por un juicio político, y originalmente tenía como objetivo principal extender las licencias de operación para algunos distribuidores de energía en el norte de Brasil.
Pero el proyecto de ley recibió varias adiciones antes de la votación final del martes, incluyendo algunas disposiciones destinadas a mejorar la salud financiera de las compañías.
Muchas de las adiciones fueron propuestas por congresistas que tienen vínculos con las zonas en las que operan las empresas, como el ex ministro de Energía Edson Lobão, del partido PMDB de Temer.
No está claro si Temer, quien ha anunciado una serie de medidas para reducir el gasto público, vetará partes de la legislación.
El proyecto de ley cambia la forma cómo el Gobierno calcula la cantidad de dinero que debe transferir a las empresas en subvenciones ligadas a la generación térmica, ya que muchas de ellas no están conectadas a la red nacional y no pueden utilizar la generación hidroeléctrica más barata.
Las compañías que debieron depender en gran medida de la generación térmica en el último par de años, debido a unas fuertes sequías, acumularon pesadas facturas de Petrobras y su filial de distribución de combustible, BR Distribuidora.
Eletrobras estima que sus filiales deben a Petrobras cerca de 10.000 millones de reales (3.580 millones de dólares) en costos de combustible.
Los congresistas que se oponen al proyecto de ley dijeron que este premiará la ineficiencia y costará dinero al Gobierno que actualmente no tiene, ya que Brasil estima que tendrá un déficit de 170.000 millones de reales en el 2016.