gobierno federal continuar con los esfuerzos para mejorar la perspectiva de México frente a las agencias calificadoras e inversionistas extranjeros.
Se debe evitar también, dicen, recurrir a que sea sólo la política monetaria a través de alza de tasas de interés el único mecanismo para hacer frente a la volatilidad y menos en momentos en que el crecimiento económico es modesto y frágil.
A juicio de los especialistas, la principal tarea es dar la señal de que existen esfuerzos robustos para aliviar la presión sobre las finanzas públicas y situación financiera de Pemex. Estos esfuerzos tendrán un impacto más favorable y sostenible en el tipo de cambio que cualquier intervención directa o indirecta por parte del Banco Central o del Gobierno mexicano, exponen.
Más aún, precisan que estos esfuerzos no sólo deben darse con anuncios de recortes presupuestales, sino también verse reflejado en las cuentas públicas, incluyendo el nivel de deuda, que se busque nuevamente un balance presupuestario y una mejora en el impacto económico del gasto corriente y de inversión.
Banxico lleva dos subidas de tasas de interés de corto plazo en los que va del año (en febrero y ahora a finales de junio), acumulando un aumento de 1.0%, con el objetivo de mantenerse atractivas para el inversionista extranjero. Hasta el momento la evidencia nos muestra que este tipo de políticas tiene un efecto limitado y temporal en el tipo de cambio, advierten los especialistas de CI Banco.
Indican que la economía mexicana opera bajo un escenario similar al año anterior, afectada por la baja en el precio internacional del petróleo y preocupaciones sobre la situación económica en EU, sobre todo de su sector industrial.
El motor de crecimiento sigue siendo el mercado interno, sobre todo el consumo. Los indicadores de ventas muestran crecimientos sólidos, apoyados todavía por mejoras en empleo, una baja inflación, remesas en senda ascendente y crédito de la banca con crecimientos a doble dígitos.
Sin embargo, su talón de Aquiles sigue siendo el sector externo y las finanzas públicas, mismos que por su importancia en la economía mantienen el riesgo de apagar el vigor de la demanda interna rápidamente. La volatilidad en los mercados financieros ha golpeado fuertemente a todas las economías emergentes.
México necesita diferenciarse de los demás países. Aunque aún cuenta con fundamentos económicos sólidos, no ha sido suficiente para evitar ser presa de la especulación.