“Mi primer trabajo en los viñedos fue en 1985, yo tenía 17 años y acepte un trabajo de verano en Stag’s Leap Wine Cellars, donde poco a poco fue acercándose a la industria del vino. Después trabajó en la casa de Warren Winiarski, enólogo y dueño de la bodega, a quien hizo un trabajo de albañilería y posteriormente recibí una oferta de trabajo en la “cosecha”, a cambio de estudiar por las mañanas”.
Herrera señala que fue una aventura de 20 años en toda la cadena de producción de vino, desde lavar pisos, barricas, el manejo de toda la maquinaria, filtraciones y embotellamiento. Pasó 10 años en Stag’s Leap Wine Cellars, los últimos siete como jefe de bodega. Fue enólogo asistente en Chateau Potelle y enólogo principal en Vine Cliff Winery. Posteriormente director de enología en Paul Hobbs Consulting.
“Mi Sueño lo inicie en 1997 junto con mi esposa Lorena, el mismo año que nos casamos. Compramos cuatro toneladas de uva chardonnay, botellas, alquilamos maquinaria con dinero propio y prestamos, todo ello como un experimento y resultado fue un vino de buena calidad. Empecé a ofrecerlo a restaurantes donde y había trabajado, entre amigos y conocedores, quienes me recomendaron tener mi propia marca” expone l hoy destacado enólogo michoacano.
“Fue una decisión difícil el elaborar nuestra propia marca de vino en Estados Unidos. Lo más fácil fue encontrar el nombre: “Mi Sueño Winery”.
En 2011, rentó un almacén que cinco años más tarde compraría y además empezó a arrendar tierras para producir 90 por ciento de las uvas que requiere su bodega. La mayoría de las 10 mil cajas o más de 100 mil botellas que produce se venden en Estados Unidos, Japón y están empezando a buscar mercado en México.
Los vinos “Mi Sueño” han estado presentes en la Casa Blanca, sobre todo para visitas de líderes, empresarios y presidentes de origen latino con el presidente Barack Obama. Asimismo en 2001, con el Chardonnay “Los Carneros” en una cena en la Casa Blanca en honor al presidente Vicente Fox que ofreció el presidente George Bush Jr. y en 2008 , con el Pinot Noir “Russian River” cosecha 2006, en una cena en la celebración del 5 de mayo de 2008.
Rolando Herrera, actualmente cosecha 15 variedades distintas de uva. La colección “Mi sueño” ofrece nueve variedades de vino diferentes, las reposadas y las añejas. Otra colección lleva su apellido “Herrera” y tiene tres variedades que llevan los nombres de sus hijos: Esmeralda, Rebecca y Rolando Jr.
Otra de sus creaciones es el vino “El Llano”, en honor a su pueblo natal, que es una mezcla de Cabernet Sauvignon, Syrah, Petit Verdot y Malbec que tiene aromas a frutos negros en compota, pimienta negra y tomillo.
Sin olvidar nunca sus raíces, cada año regresa dos o tres veces a Michoacán, a festivales vitivinícolas y rememora que “Michoacán es mi tierra natal y la evocación de mis mejores recuerdos familiares y gastronómicos. En estos parajes, trabajando junto a mis abuelos, recibí mis primeras lecciones de agricultura”.
El destacado enólogo indica que el sueño americano es posible con dedicación, esfuerzo y estudio e indica que actualmente el 80 por ciento de la mano de obra que se utiliza en labores agrícolas y de fabricación de vino en el Valle del Napa es de mexicanos.
Rolando Herrera considera que para los mexicanos trabajadores, el futuro es brillante. No se trata de sólo contratar mexicanos para trabajar en sus viñedos, sino de encontrar gente que esté comprometida y quiera trabajar durísimo. Uno de estos mexicanos es Rogelio Morales, oriundo Peribán, Michoacán, quien también impulsa en Estados Unidos su marca de vinos “Volcán Cellars”.