El anuncio fue hecho por el subsecretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, de visita en Irak para ultimar el operativo militar en Mosul con el primer ministro, Haider al Abadi.
“Me complace anunciar que Estados Unidos proporcionará 181 millones de dólares en asistencia adicional para ayudar a satisfacer las necesidades humanitarias de los desplazados cuando las fuerzas iraquíes lancen el asalto para recuperar Mosul”, dijo Blinken a la prensa.
Esta nueva inyección de dinero eleva el total de la ayuda humanitaria entregada por Estados Unidos a Irak desde 2014, cuando comenzó la guerra contra el EI y el apoyo internacional, a más de mil 100 millones de dólares.
“La nueva financiación permitirá a los trabajadores humanitarios para almacenar suministros de emergencia alimentaria y artículos de primera necesidad”, dijo Blinken.
Las Naciones Unidas han advertido que la inminente operación militar en la norteña ciudad de Mosul, el principal bastión del EI en Irak, podría desplazar hasta un millón de personas.
Las fuerzas iraquíes, apoyadas por Estados Unidos, llevan meses preparando el asalto definitivo sobre Mosul. “Ahora en Irak estamos en una posición en la que el EI está cada vez más asfixiado y el trabajo urgente es completar este esfuerzo”, precisó.
Blinken subrayó que aunque los yihadistas del EI han perdido la mitad del territorio que llegaron a controlar en Irak, la reconquista de Mosul será difícil, por lo que la ofensiva podría iniciarse a principios de octubre.
El subsecretario estadounidense de Estado se reunirá mañana jueves en Erbil con las autoridades de la región autónoma del Kurdistán, cuyos combatientes, los peshmerga que han sido claves en la lucha contra el EI, participarán en la reconquista de Mosul.
Tras liberar las ciudades de Ramadi y Faluya en junio pasado, el Ejército iraquí inició las fases preliminares de la ofensiva militar para recuperar Mosul, tomada por los yihadistas en junio de 2014 cuando las fuerzas iraquíes abandonaron sus armas y huyeron.