En las conclusiones preliminares, el FMI advirtió que cambios sustanciales a las reformas fiscales en el Congreso podrían amenazar la recuperación gradual del país tras una recesión que lleva dos años y ha desacelerado la reducción de las inequidades sociales.
"Si las reformas claves son atenuadas o se estancan en el Congreso, el impulso a la confianza tendrá corta duración, y la recesión podría continuar", escribió el FMI en un sumario previo a un reporte completo esperado para los próximos meses.
Para proteger dicha recuperación, el FMI instó a Brasil a apurar medidas para equilibrar sus cuentas públicas, cuya dramática erosión en los últimos años generó temores sobre la capacidad del país de pagar su deuda.
En un inusual menú de detalladas recomendaciones, el FMI aseguró que Brasil debería apuntar a alcanzar una meta de un superávit presupuestario primario de 3,5 por ciento de su Producto Interno Bruto en cinco años, y también considerar medidas para los ingresos y así apuntalar sus cuentas.
El balance primario, o el presupuesto que resulta antes de el pago de intereses de deuda, es un indicador clave de la salud financiera de un país.
Tras contar con mucho efectivo durante el boom de las materias primas que duró una década, ahora Brasil lucha para cerrar un déficit primario que se espera alcance un récord de 2,65 por ciento del PIB este año.
Pese a proponer medidas de largo plazo para reducir el déficit, el presidente Michel Temer ha sido criticado por no realizar recortes de gastos más profundos y llevar adelante otros pasos de austeridad inmediatos.
El FMI también recomendó a Brasil que revise su fórmula para ajustar anualmente el salario mínimo, proponga leyes para limitar el gasto de los estados, y trabaje en una reforma jubilatoria que establezca una edad mínima de retiro e incluya a todos los empleados públicos.