Datos separados mostraron que las ventas minoristas cayeron más de lo esperado en septiembre, lo que entrega nueva evidencia de que el consumo privado sigue lastrando al crecimiento.
La producción industrial no registró cambios en septiembre frente al mes previo. La mediana de las expectativas de un sondeo de Reuters apuntaban a una expansión de un 1,0 por ciento, seguido del aumento de 1,3 por ciento en agosto, de acuerdo a datos del Ministerio de Economía difundidos el lunes.
La poco deslumbrante producción manufacturera, junto a otros datos que muestran debilidad en el consumo, podrían elevar las expectativas de que el Banco de Japón cambie nuevamente el cronograma para su meta de precios.
La producción de las fábricas en septiembre no registró variación debido a que las bajas en el sector de semiconductores y computadores personales contrarrestaron avances en el sector automotor y de equipamiento en construcción.
Las ventas minoristas cayeron un 1,9 por ciento en septiembre frente al mismo mes del año pasado, un descenso levemente más profundo que la mediana del mercado que esperaba una baja de 1,8 por ciento, según datos del ministerio de comercio.
El Banco de Japón (BOJ, por su sigla en inglés) probablemente se abstendría de expandir su estímulo en la reunión que concluye el 1 de noviembre.
Fuentes de Reuters han dicho que el banco de Japón recortará levemente su previsión de inflación para el próximo año fiscal cuando realice su evaluación trimestral, en reflejo de la debilidad del consumo y los decrecientes costos de importación debido a la fortaleza del yen.
La revisión podría extender además el cronograma para alcanzar su ambicioso objetivo de inflación más allá del período de cinco años del gobernador Haruhiko Kuroda que termina en abril del 2018. Hasta ahora, el BOJ proyecta que la inflación alcance un 2 por ciento durante el año fiscal que termina en marzo del 2018.