El texto, que fue entregado ante el tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, denuncia que el decreto "inflige un daño significativo a los negocios estadounidenses, a la innovación y al crecimiento", según una copia del mismo divulgado por la prensa local.
Ese documento respalda una demanda en curso contra el decreto, cuya aplicación fue suspendida el sábado y que impedía el ingreso a Estados Unidos de inmigrantes procedentes de siete países de mayoría musulmana.
Los directivos de los gigantes de la tecnología ya se habían manifestado en contra del decreto de Trump, que prohibía durante 120 días la entrada a Estados Unidos a los ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
El texto suscrito por 97 representantes de la industria tecnológica, que contrata a miles de inmigrantes, argumenta que el decreto perjudicaría el reclutamiento y el mantenimiento de personal talentoso, amenaza las operaciones del negocio y obstaculiza a las empresas de su capacidad de atraer inversiones a Estados Unidos.
El viernes por la noche, el juez federal de Seattle, en Washington, James Robart emitió una orden temporal válida en todo el territorio estadounidense que se tradujo el sábado en una suspensión de las restricciones impuestas por el decreto.
Ese mismo sábado el Departamento de Estado interpuso una demanda ante la corte de Apelaciones del Noveno Circuito para reestablecer inmediatamente las medidas, sin embargo el tribunal rechazó el domingo reanudar el decreto.
En la decisión judicial de esa corte se solicita a los estados de Washington (noroeste) y Minnesota (norte), que interpusieron la demanda contra el decreto de Trump, que suministren documentación en la que se detalle su oposición al recurso gubernamental antes de las 23H59 locales.